domingo, 4 de septiembre de 2011

Apuesta productiva

Laboratorios Richmond invirtió 14 millones de dólares
Por Graciela Moreno
Abrió una nueva planta en Pilar que duplicará sus capacidad. Su presidente, Marcelo Figueiras, busca exportar el 50 por ciento de sus productos.
La industria farmacéutica es un sector estratégico que no deja de crecer. En la Argentina existen 230 laboratorios, de los cuales el 53 por ciento es también local. Ante este panorama, Laboratorios Richmond, una empresa con 75 años de historia, dedicada a la investigación y desarrollo de medicamentos de HIV-sida, oncología y enfermedades neurodegenerativas, decidió invertir 14 millones de dólares y concentrar sus operaciones en una nueva planta ubicada en Pilar. En una charla con Veintitrés, Marcelo Figueiras, presidente del laboratorio y recordado por ser uno de los accionistas del diario Crítica que pidió su quiebra hace un año, cuenta sus planes futuros y analiza lo ocurrido.
Una radiografía actual de Laboratorios Richmond muestra que cuentan con 239 empleados y hoy producen desde una planta propia y a través de tres plantas de terceros. Fabrican 50 millones de comprimidos al año, de lo cual se exporta el 10 por ciento a países de Sudamérica y recientemente a nuevos mercados como Jordania y Túnez. Justamente, la apertura de nuevos mercados es lo que llevó a Figueiras a construir una nueva planta en un predio de seis hectáreas con 5.600 metros cuadrados cubiertos. La inversión de 14 millones de dólares proviene en parte de la reinversión de utilidades y de préstamo pedidos a los bancos BICE, Provincia y Nación Leasing.
Los planes a futuro son ambiciosos. Figueiras explica: “Con la nueva planta podemos producir 100  millones de comprimidos al año, pero antes de duplicar la producción, necesitamos ganar nuevos mercados. Incorporaremos 200 trabajadores más, entre directos e indirectos. En los próximos cinco años, queremos exportar el 50 por ciento de nuestra producción a mercados de Europa y de Estados Unidos”, explica, desde su oficina ubicada a metros del Obelisco. Mientras desde sus amplios ventanales, que dan a Carlos Pellegrini, flamea una bandera de River que cuelga desde el tercer piso. En el 2010, fecha de cierre del diario del cual era accionista, su empresa facturó 120 millones de pesos. Y para este año espera cerrar con una facturación anual de 180 millones de pesos, una cifra interesante que representa un 50 por ciento más que lo obtenido el año anterior.
Desde la nueva planta producirán medicamentos para el tratamiento del HIV y enfermedades neurodegenerativas, como Alzheirmer o Parkinson. Si bien no importan medicamentos, sólo materias primas, el plan incluye la idea de sustituir importaciones. Aunque Figueiras dice que no será tan fácil: “En la India, una empresa de nuestro sector con 2.000 empleados gasta 40.000 dólares mensuales en sueldos (a razón de 20 dólares por mes, cada sueldo), es muy difícil competir contra esos mercados. No se puede ni comparar la presión sindical”, señala el presidente de Laboratorios Richmond.
Sin embargo, cuando se le pregunta qué piensa en relación con el reparto de ganancias que se está comenzando a discutir en algunos ámbitos, plantea: “No creo que repartir el 10 por ciento de las ganancias de una empresa entre los trabajadores afecte los derechos de propiedad ni ninguna otra cosa. Es necesario desarrollar la participación de la gente en la empresa y concientizar a los empresarios de la responsabilidad social empresaria. No sólo hay que ganar dinero, sino ver de qué manera se beneficia a la comunidad”, explica Figueiras.
Teniendo en cuenta que hoy se muestra a favor del reparto de ganancias, la consulta obligada es cuándo piensa implementarlo en su empresa, a lo que Figueiras responde: “Estamos analizando la posibilidad de adelantarnos a la ley y repartir entre nuestros empleados el 10 por ciento de las ganancias de Laboratorios Richmond, pero no tenemos fecha aún”.
En principio, lo único seguro es que invertirá 7 millones de dólares más, en los próximos cuatro años, para desarrollar el segmento de sólidos orales. “Cuando terminemos nuestro segundo plan de inversión, la planta estará lista para producir l.000 millones de unidades de comprimidos al año, o sea que aumentaremos diez veces nuestra capacidad productiva”, señala. Tanto el segmento de HIV como el de oncología aumentaron sus ventas un 30 por ciento y los medicamentos relacionados con el sistema nervioso central duplicaron sus ventas. En la actualidad, el 60 por ciento de la facturación de Richmond proviene de medicamentos para HIV, el 35 por ciento de oncología y el 5 restante del sistema nervioso central. Para Marcelo Figueiras corren nuevos aires, en la inauguración de su planta nueva no faltaron la Presidenta ni el gobernador de Buenos Aires, hasta hubo varios ministros en primera fila. Sin duda, sus planes de crecimiento parecen ser ambiciosos.
Revista Veintitres

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